El romero postrado o Rosmarinus officinalis prostratus es un arbusto de hoja perenne con una cubierta vegetal rastrera y un hábito denso.

Origen: Sur de Europa y Asia Menor.

Su principal rasgo distintivo se debe a las hojas aromáticas, densas y estrechas. Florece de marzo a mayo con flores de color azul violáceo.

Cuidado y crecimiento:

El romero debe exponerse al sol o en sombra parcial. También necesita riego regular solo en caso de sequía severa. Las zonas de clima templado son las más adecuadas para su cultivo. Pueden producirse daños por el frío, en particular en la parte aérea de la planta. Utilice abono orgánico de liberación lenta, cada dos semanas de marzo a junio, evitando el momento de la floración. El estiércol maduro es siempre muy adecuado para la fertilización.

¿Cómo conseguir una almohada de romero exuberante en tu jardín?

Las plantas de romero deben podarse para mantener una apariencia compacta y agradable. La eliminación de algunas ramitas para usos de cocina ya es una "poda" que para plantas pequeñas puede ser suficiente. Sin embargo, en el caso de plantas de mayor tamaño será necesario realizar una poda real. Generalmente, la mejor época es a finales de septiembre. Una poda adecuada debe acortar todas las ramas jóvenes sin cortar nunca donde se vuelven leñosas. El romero, al igual que la planta de lavanda, es una de esas plantas que no echa nuevos brotes de ramas lignificadas. Por lo tanto, los cortes no deben afectar las partes de la rama que ya no tienen hojas porque no empujarán hacia atrás. Para tener plantas compactas, la poda debe hacerse ya desde el primer año para acortar todas las ramas. Si no se podan, las ramas jóvenes, aún flexibles, tenderán a abrirse, a doblarse por su propio peso, especialmente si cae la nieve sobre ellas. En primavera, sin embargo, se habrán lignificado y difícilmente podrás corregir su forma.